sábado, 7 de enero de 2017

Un Cuarto de Siglo en Japón

Hoy (6 de enero) hace 25 años, a las 11:19 pm, vi por primera vez al único e irrepetible Patricio...

Y hoy, hace 31 días Patricio empacó ropa en una backpack; eligió 4 libros; guardó su computadora y se subió a un avión rumbo a Japón.

Patricio recorrió 12,000 kilómetros para descubrir una cultura completamente diferente; se enfrentó ante la desconocida, y a ratos solitaria aventura de ser parte de una minoría racial por primera vez; tuvo que darse a entender en un idioma imposible de entender "así namás"; pasó entre caras nuevas todas las fiestas navideñas; recibió el 2017; cumplió 25 años y terminó su tesis...todo esto solo y en esa lejana y siempre enigmática tierra oriental.
Se dice fácil, pero me consta que no lo es.

Patricio ya regresa el martes en la noche. No llega "cargado en hombros", ni "con oreja y rabo"...pero sí, y lo digo con énfasis y sin titubear: vuelve cubierto de gloria.
Patricio regresa con el etéreo y a la vez terreno triunfo de la conquista del tiempo con uno mismo; del conocimiento de uno mismo...y del disfrute de uno mismo.

Creo que puedo asegurar que hasta ahora, no hay ninguna cosa que Patricio no haya conquistado, y como su madre, eso me llena de orgullo y como ser humano me inspira cada vez.

Patinguiris linguiris: Felicidades por tu primer cuarto de siglo; por la terminación de tu tesis; por tu aventura "oriental"; por tu valentía ante lo desconocido...pero sobretodo, felicidades por tu espíritu irrompible, por tu tenacidad para cumplir tus metas y por esa inigualable sonrisa que nos muestras cada vez que cumples un sueño.
Te quiero con todo el corazón.

Mamá.


Hasta la próxima,