jueves, 26 de marzo de 2015

Adriana Mil Veces

Adriana tiene los ojos más bonitos que he visto; sólo he visto esos ojos en una persona más y la verdad es que casi siempre me pierdo en ellos.

Cuando Adriana se ríe, los demás lo gozamos; cuando Adriana llora, los demás lo sentimos; cuando Adriana cuenta algo todos nos interesamos y cuando Adriana habla sobre un tema, generalmente los demás aprendemos.

Adriana siempre me dijo que yo podía hacer lo que quisiera en la vida; cuando el miedo me detuvo, 15 minutos al teléfono con ella me hicieron seguir caminando; cuando me he caído, siempre ha tenido una palabra dulce y una frase que me ha ayudado a levantarme y cuando he triunfado siempre me ha mirado con ojos de: "no me sorprende".

Adriana me ha querido por muchos años por ley de vida y por ley de vida también ha habido veces en que no podemos ni mirarnos...pero no importa...Adriana me sigue queriendo.

A veces me pregunto cómo es que me tocó vivir una vida entrelazada con alguien que me parece tan diferente a mí, pero luego recuerdo sus rasgos, sus facciones, su modo de vencer y ser derrotada, sus habilidades y carencias...y sin quererlo ni planearlo me veo a mi y veo a los míos en ella, en sus formas tan únicas y en sus modos tan particulares...

Hoy, hace un equis número de años nació Adriana, y en estos cuantos renglones he querido rendirle un pequeño tributo que difícilmente cubre todo lo que a veces ha merecido pero no  ha recibido.
Probablemente por ley de vida otra vez...

Adriana es mi Madre y en este fecha en que sólo puedo pensar en ella, quiero decirle tanto que sólo atino a tenerla en mi corazón intensamente y a murmurar por lo bajo lo que le decía cuando era niña: "Te quiero de aquí hasta las estrellas y de regreso"...


Feliz Cumpleaños Madre...y Adriana, mil veces Gracias.


Hasta la próxima,











lunes, 9 de marzo de 2015

Santiago es la Música

Santiago no duerme; Santiago tiene una risa que te alegra el día; Santiago tiene un sentido del humor sensacional y un genio que a veces se dispara en un segundo; Santiago es dulce con los niños y paciente con los grandes...y desde hace muchos años, Santiago siempre tiene una guitarra colgada al cuello.

La primera vez que Santiago se sentó frente al teclado que le regaló su papá descubrió todo un mundo nuevo...SU mundo nuevo.
Tenía 7 años y una novia que se llamaba Nieves; le compuso una canción (música y letra) y el día que la oí, supe yo y supo él que había encontrado un espacio donde se sentía cómodo y que llenaba con una sensibilidad bárbara.

Santiago ha crecido en tamaño, en madurez y en talento de una manera excepcional.
Hace una semana tuvo un concierto en donde hizo reír a su público; los hizo sentirse cómodos y bienvenidos...y los maravilló con su música.

Siempre que lo veo y lo escucho, lo recuerdo de niño...sentado en un banquito tocando su teclado y añorando a Nieves...extraño esos años pero también me encanta pensar que Santiago, mi bebé, mi hijo pequeño, ya creció y está haciendo exactamente lo que quiere hacer.

Su vida transcurre entre ensayos con su banda y sus hermanos de vocación, clases con sus maestros de música, presentaciones en tugurios a veces y en lugares menos gachos otras veces...y en nuestra casa con su guitarra colgada al cuello.

No es común encontrar algo que "eres" con esta claridad tan absoluta, pero en el caso de Santiago, como un día le dijo su hermano y mi hijo mayor: Santiago es y siempre será la música.

Para él nunca hubo dudas y sí para mí las hubo, su compromiso, su talento natural y su valentía en cuanto a perseguir sus sueños me las han quitado.

Una nota musical es demasiado pequeña para describir a mi hijo Santiago, pero entre sus manos se vuelve tan grande que lo define.

Santiago es y siempre será la música...gracias por eso pequeño...


Hasta la próxima,